Un jardín que renace en las memorias de la montaña

Es un Nodo urbano que expresa un sinnúmero de conflictos característicos de zonas vulnerables de la ciudad. Desde el punto de vista social, es un escenario de alta vulnerabilidad para las personas, asociada a las carencias y dificultades para acceder a bienes y servicios, a la ausencia de apoyos de Estado y a temas de seguridad del entorno urbano.

Otro aspecto relevante tiene que ver son las condiciones biofísicas de los Cerros Orientales, ya que esta zona presenta afectación por remoción en masa lo que obligó al Distrito a realizar un proceso de reasentamiento de familias y demolición de viviendas, dejando la zona expuesta y sin usos definidos para la comunidad.

Desde el punto de vista de los ecosistemas, es un escenario en donde confluyen múltiples problemas de ocupación de especies exóticas, entre las que están las plantaciones de eucaliptos y acacias sobremaduras y sin manejo silvicultural, con el avance de las respectivas regeneraciones, además de la aparición de chusque como respuesta invasiva a las situaciones post-incendio que repetidamente han ocurrido en el territorio, además de parches de pastizales tipo kikuyo.

Toda esta problemática ha generado la fragmentación del paisaje y el aumento del riesgo sobre la cuenca del Río Fucha.

Estas condiciones contribuyeron a que desde el ámbito institucional se adelantara un proceso de recuperación del área, enfocado a la recuperación de espacios del agua, el diseño de modelos de renaturalización de zonas altamente intervenidas, la restauración ecológica con propósitos de conservación de los relictos de bosque existente y la conectividad ecológica del sistema natural, para la protección del recurso hídrico que nace en el área y la minimización del riesgo.