Las manifestaciones culturales como la lengua, las tradiciones, el territorio, la organización social y los conocimientos sobre la naturaleza y el universo siguen siendo parte esencial de la humanidad.
Diferentes comunidades de indígenas y afrodescendientes se han unido para intercambiar conocimientos y usos de la biodiversidad. A su vez, resaltan la importancia de rescatar estos saberes y costumbres.
Al respecto Víctor Noreña Blanco, caminante de la Comunidad Muisca del territorio El Tunjo, señala que, “los saberes ancestrales son una forma de vivir y de recordar usos, costumbres y tradiciones que nos dejaron nuestros ancestros. Podemos despertar una conciencia para llevar al ser humano a una conciencia evolutiva, hasta vivir en paz con la naturaleza”.
Por esta razón, Conexión Bio viene realizando diferentes actividades para promover las prácticas ancestrales y fomentar la apropiación del conocimiento de dichas prácticas.
Existen diferentes visiones sobre el mundo, sobre cómo comprender el planeta, cómo cuidarlo y preservarlo. Y esta visión se logra cuando el ser humano entra en armonía con la naturaleza.
“Debemos sanar la parte espiritual. Nuestro entorno, nuestro ser, la naturaleza, nuestra madre tierra, nuestro padre sol, la luna y los astros, todo tiene que ver con la cosmovisión y nuestro entorno: todos en uno y uno en todo”. Expresa Aydee Luna.
Para la comunidad Muisca, es importante rescatar valores como el respeto a la naturaleza, al territorio y a la familia. Pues de ellos también depende la existencia del ser humano.
“Si recordamos nuestras raíces, tendremos un futuro mejor, una conciencia más clara sobre a qué vinimos y para dónde vamos”, agrega Víctor Noreña, de la Comunidad Muisca.
Las prácticas ancestrales relacionadas con los usos de la biodiversidad aplicadas a la medicina son de suma importancia. Pues, estas prácticas integran la salud humana, el cuidado del medio ambiente y la relación espiritual entre el hombre y la naturaleza.
“A raíz de tantas enfermedades, se ha olvidado la parte espiritual, pues el contacto con la naturaleza se ha alejado. Entonces, estamos rescatando todos estos saberes. Estamos en un despertar y en un nuevo comienzo con nuestra medicina natural y la parte espiritual”, afirma Aydee Luna, médico y sabedora del cabildo Ambiká Pijao.
Para Katherin Garzón, nutricionista de la Universidad Nacional, es importante recuperar la memoria ancestral y lo relacionado con las plantas medicinales y las tradiciones. “Pues son conocimientos que se han ido perdiendo con el paso del tiempo”.
“También es importante rescatar esos esfuerzos para impulsar la soberanía ya la seguridad alimentaria y nutricional”, agregó.
Un componente tanto afro, como indígena, evidencia la relación del hombre con la naturaleza desde que nace hasta que muere. “De la tierra vinimos y a la tierra volvemos”, así lo proclaman diferentes poblaciones.
“Es muy importante el nacimiento de un ser humano y el nacimiento de la placenta. Para lo cual tenemos médicos sabedores y parteras. Estas últimas, se encargan del cuidado de la mujer antes, durante y después del embarazo. Igualmente, se encargan del cuidado del recién nacido. Entonces, no es solamente desconectar algo del vientre de la madre, es una desconexión que genera otra conexión”. Explica Lorena Castillo, perteneciente a grupo afrodescendiente y licenciada en Ciencias Sociales.
“Los tiempos son cíclicos, es decir que, de la tierra vinimos y a la tierra volvemos. Y volvemos a la tierra cuando enterramos la placenta o cuando morimos”, agrega Castillo.
La conexión entre el hombre y la naturaleza es inherente. Así mismo, el conocimiento es complemento del ser humano.
“Debemos tener una conexión con estos conocimientos y esta sabiduría que también nos complementa. Esto es parte de nuestra esencia como seres humanos”, menciona Katherin Garzón.
El encuentro de saberes ancestrales asociados al uso de las plantas, se realizó el pasado 11 de diciembre. El evento contó con la participación de actores sociales rurales, indígenas y afrodescendientes que residen en zonas rurales y urbanas de Bogotá.
Durante la jornada se realizaron talleres de cambio climático, manejo integral de residuos sólidos ordinarios y elaboración de mandalas como una actividad integradora.
Al finalizar la actividad se realizó el trueque de plantas medicinales como la hierba del dolor, caléndula, salvia, romero, tomillo, entre otras.
Este tipo de actividades tienen énfasis en los diferentes usos de la biodiversidad, relacionados con los cultivos para el consumo y para uso medicinal.
Además de ir recuperando los saberes ancestrales, diferentes grupos de personas están aplicando buenas prácticas de uso de la naturaleza. Y esto se ha ido incrementando gracias al aporte que realiza el proyecto Conexión Bio.