Desde 1993, cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Así lo adoptó la Asamblea General de las Naciones Unidas. Para este año, se ha elegido como tema “La respuesta está en la naturaleza”.
El agua es vital para el planeta y cada vez la conciencia sobre los recursos hídricos y el cuidado del medio ambiente va tomando más importancia. Por eso, en todo el mundo han surgido iniciativas que pretenden contrarrestar los efectos negativos en los ecosistemas.
Por esta razón, Conexión Bio viene adelantando actividades de restauración ecológica, propagación de especies vegetales y plantación de nuevos árboles, entre otras. Es así como en el marco de la celebración del Día Mundial del Agua, se realizaron diferentes actividades en los Nodos de Biodiversidad Cerros Orientales y Usme.
En el Nodo Cerros Orientales, se hicieron recorridos por los Ecobarrios y la Quebrada El Chuscal, charlas sobre bioingeniería y compostaje y por último se realizó la plantación de árboles y liberación de ranas sabaneras. En esta actividad participaron líderes ambientales, colegios de la localidad de San Cristóbal, la comunidad y profesionales del Jardín Botánico.
Después de liberar unos cuantos individuos de rana sabanera, Diego Valdez, quien voluntariamente cultiva esta especie, explicó que “para los muiscas, la rana es símbolo de agua, así mismo, el agua significa vida, por eso es importante que protejamos el recurso hídrico y la vida”, expresó.
Para el caso del Nodo Agrobiodiversidad Usme, se llevó a cabo la plantación de 50 árboles de roble, nogal, aliso, duraznillo, cajeto y mortiño. En la plantación participaron estudiantes del Colegio Rural El Uval, Colegio Ciudad de Villavicencio, y entidades como Secretaría Distrital de Ambiente, Alcaldía Local de Usme, CAR, Subred Sur, Acueducto, IDPAC, Secretaría Distrital de Hábitat y Fundación Suasie Yewae.
“Estamos plantando árboles y sembrando vida para Bogotá, queremos que la flora y la fauna se aumente en esta zona”. Afirmó William Galindo, Coordinador de Nodo Agrobiodiversidad Usme.
Mundialmente, más del 80% de las aguas residuales que generamos vuelve a los ecosistemas sin ser tratada ni reciclada.
1800 millones de personas usan una fuente de agua contaminada por material fecal, lo que las pone en riesgo de contraer el cólera, la disentería, el tifus o la polio. El agua no potable y unas pobres infraestructuras sanitarias, así como la falta de higiene, causa alrededor de 842 000 muertes al año.
Las oportunidades de explotar las aguas residuales como un recurso son enormes. El agua tratada de una forma segura es una fuente sostenible y asequible de agua y energía, así como para obtener nutrientes y otros materiales recuperables.